Antonio Cabrera, de la Plataforma por un nuevo modelo energético para Canarias – PX1NMEC *
Cuando el gobernador de Hawái, David Ige, en recientes declaraciones (1) ha dicho que renuncian al gas natural como energía de transición a las renovables porque no quieren perder el dinero y el tiempo en energías del pasado; y países como Alemania y en la propia península están cerrando los ciclos combinados porque no son competitivos con las renovables, cada vez más baratas, en Canarias, para nuestros ilustres gobernantes, exceptuando al presidente del cabildo de Grana Canaria, la prioridad en la política energética es el gas y las costosas inversiones en infraestructuras como las regasificadoras. ¿Por qué?.
Porque el gas natural tiene difícil encaje en el nuevo modelo energético, como ya está ocurriendo en aquellos países, preocupados por el papel de los combustibles fósiles en el cambio climático, que cada vez más apuestan por sistemas basados en las renovables. El gas pertenece a los sistemas de generación concentrada, donde se prioriza las grandes infraestructuras y la gestión de la oferta, mientras que en el nuevo modelo el centro del sistema es la organización y gestión de la demanda, a través del ahorro, la eficiencia y el autoconsumo, que convierte al usuario en el principal protagonista. De ser la victima silenciosa de una estafa, se informa y pasa a tomar decisiones a cerca de la energía que usa.