Es una reforma…
Recaudatoria para resolver un problema contable, desequilibrio entre ingresos y gastos reconocidos (déficit de tarifa), que ellos crearon (PP) y continuaron los socialistas en la etapa Zapatero.
Que no cambia el mercado eléctrico, principal causa del déficit, y se niegan a una auditoria sobre los costes del sistema porque destaparía el verdadero origen del déficit tarifario.
Que potencia el despilfarro energético, contraria a las políticas de ahorro y eficienciaporque se basa en el crecimiento continuo de la demanda. El sistema convencional se bloquea cuando disminuyen los consumos. Más despilfarro más facturación.
Que aumenta la pobreza energética con el incremento del término de potencia en un 63%, que depende de la potencia contratada y pagas, consumas o no.
Que vulnera la seguridad jurídica de los titulares de las instalaciones de renovables con la retroactividad de las normas, la misma que luego se reclama a Argentina cuando la expropiación de YPF a Repsol.
Que potencia el cambio climático al bloquear el desarrollo de las energías primarias que menos GEI producen, las renovables.
Que afecta negativamente la salud y la calidad de vida de los ciudadanos.
A base de BOE. Clara expresión del ordeno y mando con mayorías absolutas. No hay planificación, no se afrontan los graves problemas que tiene el sistema energético como son la dependencia y el cambio climático ¿Cuántas leyes, reales decretos y órdenes ministeriales llevamos con el señor Soria?.
Que significa un fraude democrático, al estar al servicio de las eléctricas y no del interés general de los ciudadanos y, también, dificulta la participación de los sectores afectados, solo se ha reunido con las eléctricas y los bancos. Periodos de exposición pública cortos y en agosto. “Solo se admite las sugerencias que mejoran la ley”, dice el ilustre ministro de industria y energía.
Opaca. La falta de transparencia como elemento de identidad del sistema. Siempre ha existido una relación directa entre opacidad y corrupción. Los estafadores se esconden de los ciudadanos para que no les descubran y de hacienda en los paraísos fiscales.
Que perjudica a los titulares de las inversiones que no pertenecen a las eléctricas y dificulta seriamente las expectativas de crecimiento económico y generación de empleo del sector de las renovables así como la I+D+i en la que España ocupaba un puesto destacado.
Que se atrinchera en el sistema convencional, donde pueden garantizar la continuidad del negocio de los de UNESA, puesto que el NME debilita, acaba, con el oligopolio. La generación distribuida con EERR les da pánico, porque representa la democratización del sistema y, también, la distribución de la riqueza que genera.
Que cierra violentamente la puerta de transición a un NME, como queda constatado con el peaje de respaldo de su propuesta de autoconsumo que impide el balance neto.
En definitiva, una reforma que da sentido y justificación a la puerta giratoria, donde las eléctricas, como siempre, escribiendo el guión y marcado el ritmo en que sus exigencias van apareciendo en el BOE, los demás, usuarios y sector de las renovables a pagar las consecuencias, ¿hasta cuándo?.
Octubre 2013
Antonio Cabrera (Px1NMEC)
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