VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife
Las previsiones de implantación de las energías renovables en Canarias nunca se han cumplido, pero su crecimiento se antoja ya imparable. Las Directrices de Ordenación Sectorial de la Energía (DOSE) que tramita el Gobierno de Canarias estima que estas fuentes de energías limpias pasarán del 6% actual al 36% en el año 2020, si se aplican todas las medidas que despejen el camino a estas energías inagotables como las del viento o el sol.
El Hierro, con su proyecto de autoabastecimiento con la central hidroeólica Gorona del Viento ocupa el primer lugar del Archipiélago en penetración de renovables, un objetivo todavía impensable para el resto de las Islas. En el caso de Tenerife, la previsión de las DOSE es que dentro de seis años se coloque como la segunda isla en esta clasificación, pasando del 6,9% al 39% de electricidad obtenida con el soplo del alisio o el calor solar. En el último dato que figura en el nuevo plan, el año 2012, Tenerife ocupaba el cuarto lugar, tras El Hierro (62%), Gran Canaria (7,5%) y Fuerteventura (7,4%). En el horizonte de 2020, a continuación de la isla tinerfeña se situarían Gran Canaria (37%), La Gomera (31%), Fuerteventura (29%), La Palma (28%) y Lanzarote (24%).
El retraso del Archipiélago en subirse al carro de las renovables es mayúsculo, pese a que es más barato producir energía de esta forma que con derivados del petróleo, por lo que no es de extrañar la desconfianza de las organizaciones sociales, políticas, ecologistas y empresariales que apuestan por este sector. La anulación del primer concurso eólico que convocó el Gobierno canario por hechos que dieron pie a una causa penal incluso y la anulación parcial del más reciente a raíz de recursos contenciosos administrativos han sido lastres difíciles de soltar.
La supresión de las primas a las renovables al llegar José Manuel Soria al Ministerio de Industria y Energía fue también criticado por el Ejecutivo regional y los propios inversores, aunque la reciente reimplantación de estas retribuciones especiales para Canarias puede impulsar de nuevo la puesta en marcha de parques eólicos. De hecho, a partir de ahora será el Ministerio el que adjudique la nueva potencia eólica mediante subasta, si bien para agilizar la introducción de las renovables en Canarias usará la adjudicación directa, sin concurso, hasta completar 440 megavatios (Mw) de potencia en el año 2017.
Según los datos que figuran en las DOSE, en 2012 había instalados 144 Mw de eólica, cuando se preveían 1.025 Mw en el Plan Energético de Canarias (PECAN), cifra que ahora es el objetivo que se fija para el año 2020. Por lo que respecta a la energía solar fotovoltaica, en 2012 existían 153 Mw, de los 160 Mw programados en el PECAN, mientras que en las nuevas Directrices, la meta propuesta es de 368 Mw.
El gas generará el 22% de la electricidad
Las Directrices de Ordenación Sectorial de la Energía (DOSE), cuyo documento inicial ha aprobado el Gobierno canario y ha salido ya este año a exposición pública, prevé que en el año 2020 el gas natural permita generar el 22% de la energía eléctrica, según la tabla de objetivos concretos del nuevo plan.
La introducción del gas natural en Canarias, prevista desde 1988, es una de las medidas que más polémica ha suscitado en los últimos meses. El Gobierno canario alega que es más barato y menos contaminantes (aunque sigue siendo un combustible fósil y que hay que importar), mientras que partidos politicos y grupos ecologistas advierten de que el gas bloqueará más de dos décadas las renovables,por que será necesario amortizar las inversiones en las plantas regasificadoras así como los grupos de ciclos combinados (fuel-gas) en las plantas de Endesa, con 200 megavatios de potencia, lo que requerirá 5.000 horas anules de funcionamiento, restando capacidad a las renovables, según la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético.
Las DOSE establecen que en caso de renovaciones y ampliaciones de las centrales convencionales, los nuevos grupos de generación deberán permitir la utilización del gas natural como combustible en aquellas islas en las que se prevea su introducción, como Tenerife.
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