Isidoro Sánchez García
Como miembro de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético para Canarias tengo que reconocer como acertada la calificación de “error histórico”, que le endosan a la propuesta formulada por el nuevo presidente de la Comisión Europea, el luxemburgués J. C. Junckert, al nominar a Miguel Arias Cañete como responsable de la cartera de Acción Climática y Energía.
Como ciudadano español, natural y residente en Canarias, una de las regiones ultraperiféricas de la Unión Europea, me quedo preocupado por el “currículum” del ciudadano Cañete.
No por haber sido ministro español de Agricultura y Pesca entre 2000 y 2004 sino por su actitud política, en la etapa ministerial 2011-2014, cuando era responsable del medio ambiente español y por tanto del expediente de la evaluación del impacto ambiental (EIA), propiciado por la empresa Repsol en la solicitud de prospecciones en aguas españolas frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, para conocer las potencialidades existentes en materia de hidrocarburos. Al parecer dejó mucho que desear. Muchas serán las preguntas que tendrá que responder ahora el candidato a la Acción Climática y a la Energía, cuando se presente a examen ante los diputados de la cámara europea. En Bruselas o Estrasburgo, tanto monta. Seguro que las más importantes tratarán de sus relaciones con las dos empresas petrolíferas de la que es administrador y partícipe, aun cuando lo haya declarado en su expediente político de intereses personales. Recuerdo mi caso particular cuando, a finales del siglo XX y siendo un simple diputado europeo a tiempo parcial, fui crucificado en dos ocasiones por un periódico de Gran Canaria por haber tenido la “osadía” de promover y participar en empresas familiares como Fonteide e Islas Airways. ¡Cómo será ahora Cañete! Lo machacarán tras su nominación a la cartera europea de Acción Climática y Energía.
Me gustaría conocer el repertorio que le plantearán sus colegas conservadores británicos. No le perdonan una cuando acceden a puestos de cierta responsabilidad los compañeros españoles, y en este sentido recuerdo a la comisaria Loyola de Palacio (q.e.p.d) cuando fue bombardeada por sus colegas británicos por culpa del lino español. Ahora lo será Cañete por mor de las prospecciones de hidrocarburos en aguas canarias y de los Lugares de Importancia Comunitaria frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. De los otros pecados políticos cometidos se encargará la energética comisaria Bratusek.
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