martes, 16 de septiembre de 2014

Gas natural y geotermia en Canarias

Aquellos que tienen como seña de identidad “la defensa de lo nuestro” apuestan por más dependencia energética para las islas. Qué dirán el sol, el viento y los volcanes de la coherencia de algunos proyectos políticos.

Antonio Cabrera

Cuando uno observa los esfuerzos y recursos movilizados desde la política energética oficial para la creación, mejor imposición, en las islas de un mercado del gas natural, que hay que importar, y los compara con la situación actual de la  geotermia, recurso renovable propio, estable y gestionable, nos quedamos sorprendidos. Su potencial en las islas está avalado en los estudios realizados por el Instituto Geológico y Minero de España y el Instituto de Diversificación para el Ahorro y Eficiencia Energética. Investigaciones que comenzaron a realizarse hace cuarenta años y hoy constatamos que la aportación actual de esta tecnología en la generación de electricidad en las islas es de cero MW y que, además, la geotermia no aparece ni en la planificación del sector del gobierno autonómico ni en la reforma del ministerio de industria para las islas, es más, en la reciente orden ministerial de junio 2014, dentro del nuevo procedimiento de retribución de las renovables que va a sustituir a las primas, en el grupo de energías renovables, esta tecnología queda excluida de las subvenciones (1).

Por lo tanto llama la atención constatar la marginación radical que de la geotermia se hace, tanto en la política energética autonómica como estatal, de un recurso propio gestionable cuyos costes generales de inversión por MW se sitúan a la mitad del coste que han tenido en la central hidráulica de bombeo de Gorona del Viento en El Hierro y, también, los costes de generación de la geotermia se sitúan por debajo de la mitad de los que proceden de centrales térmicas de combustibles fósiles en las islas (2).

En consecuencia, cuando tenemos conocimiento de que en otros territorios insulares de origen volcánico como la islas de San Miguel en las Azores, Guadalupe y en la isla mayor de Hawái hay un importante aprovechamiento del calor interior de la corteza terrestre para atender su demanda de electricidad, tenemos sobrados motivos para reflexionar sobre las causas del abandono de este recurso energético en la única comunidad autónoma del estado que tiene geotermia de alta temperatura, la adecuada para la generación de electricidad, a diferencia de la geotermia somera o de media y baja temperatura que se encuentra por todas las CCAA, ideal para sistemas de calefacción y refrigeración en las edificaciones.

Veamos a continuación las ayudas públicas que reciben los ciclos combinados de gas natural, propiedad de las grandes multinacionales eléctricas, es decir, dinero que pagamos todos nosotros a través del recibo de la luz para el negocio privado y, por el otro lado, las que van destinadas a la geotermia.

Para el gas natural:

Un incentivo a la inversión cuyo objetivo es promover la construcción y puesta en servicio efectiva de nuevas instalaciones de generación, en este caso, de centrales térmicas de ciclos combinado de gas natural cuya cuantía es de 23.400 € por MW durante diez años, Orden Ministerial -la ITC/3127/2011, de 17 de noviembre, y que el último ministro de industria del gobierno de Zapatero, Miguel Sebastián, incrementó un 30% tres días antes de terminar su mandato. Esta cuantía viene a significar en torno al 50% del total de la inversión. Subvención que están recibiendo actualmente Endesa por los ciclos combinados construidos en Gran Canaria y Tenerife.

Pago por disponibilidad de capacidad para atender, en caso de necesidad, las emergencias del sistema, averías, puntas de demanda o las interrupciones del servicio por cualquier otra circunstancia. Un pago que, si bien es necesario, al tener el sistema eléctrico español un exceso de capacidad instalada, 104.000 MW cuando la media de consumo es de unos 35.000 a 40.000 MW, la cuantía anual es excesiva, en 2011 de unos 1.600 millones de € que, para no variar, sale del recibo de la luz.

Y, además, se han construido infraestructuras portuarias como los puertos de Arinaga y Granadilla para la posterior ubicación de depósitos de almacenamiento del GNL, regasificadoras y los correspondientes gaseoductos para abrir mercado al gas natural más allá del que se va a utilizar para la generación de electricidad, así como, la gestión de fondos europeos de la Red Transeuropea de Transportes para infraestructuras en el puerto de S/C que permitan la distribución del gas natural como combustible para los barcos, en los cuales el Cabildo insular de Tenerife y la Autoridad Portuaria participan con 500.000 € cada uno para estudios iniciales.

Y, la más importante de todas las ayudas, sin la cual las anteriores no hubieran sido posibles, la voluntad política que pone el BOE al servicio de los intereses estratégicos de las multinacionales eléctricas, por aquello de que cuando hay voluntad encontramos medios y si no la hay  lo que encontramos son excusas.  Y que, en el caso del gas natural en Canarias, a través del BOE se resuelve los dos principales obstáculos que tiene el gas natural para entrar en Canarias, el fin del derecho preferente de las renovables en el mercado eléctrico sobre las tecnologías del régimen ordinario, fósiles, y la reserva de un 37% en el mix eléctrico para la viabilidad económica del mercado del gas, recogido en el documento de DOSE.

Para la geotermia:

Nada, silencio y abandono, continúan con los estudios e investigaciones iniciadas ya hace unos cuarenta años.

Cuando es una tecnología que lleva más de un siglo siendo utilizada para la obtención de electricidad, en 1904 en la pequeña localidad de Larderello, en plena región italiana de Toscana, se encendieron las primeras bombillas, poniéndose en funcionamiento la primera planta geotérmica en septiembre de 1913 con una potencia de 250 KW. Actualmente continua dicho aprovechamiento y un siglo después, la sección renovables de la multinacional pública italiana Enel, la misma que controla los SEI canarios, heredera de esta experiencia, tiene en funcionamiento 34 plantas de energía geotérmica, con una capacidad neta de 722 MW, algo así como el 25% de la potencia de la región, lo que significa que suministra energía a 2 millones de hogares y, lo que es mejor, con ello ahorra el equivalente a 1,1 millones de toneladas de petróleo, y 3,8 millones de toneladas de CO2 dejan de ser enviadas a la atmósfera, ayudando al país a cumplir con la reducción de los gases de efecto invernadero establecida por las Naciones Unidas. Hoy con la experiencia e investigación desarrollada Enel Green Power exporta tecnología geotérmica a todo el mundo (www.enelgreenpower.com).

Las islas Canarias son los únicos territorios del estado que entre uno y dos kilómetros de profundidad las temperaturas superan los 1500C en las islas de Lanzarote, La Palma, Gran Canaria y Tenerife que es la de mayor potencial geotérmico y los estudios del IGME y el IDAE hablan de que Tenerife podrían cubrir un 30% de su demanda eléctrica con geotermia(3).

Como la realidad es la que es, vamos a hacer un supuesto, una simulación, que consiste en que el próximo año 2015 se cumple el objetivo del PECAN 2007 del 30% de renovables y que, además, como resultado de los cuarenta años de investigación, el aprovechamiento de la geotermia se ha convertido en una prioridad en la política energética oficial para reducir la dependencia energética del exterior y, de forma sorprendente, al final del próximo año las previsiones oficiales (IGME y IDAE) del 30% se hace realidad, con lo que tenemos ya en el mix eléctrico de Tenerife un 60% de renovables, sin contar con las hidráulicas de bombeo, una política seria de ahorro y eficiencia y un apoyo claro al desarrollo del autoconsumo con balance neto sin peajes al sol, es decir, estaríamos en muy poco tiempo hablando de entre un 75% a un  80% de soberanía energética en la isla de Tenerife.

Procede a continuación preguntarnos, en el contexto de esta simulación, ¿qué argumentos pondrían sobre la mesa de debate los defensores del gas natural en Canarias  para justificar la creación de un mercado de esta energía primaria fósil en las dos islas capitalinas?.

Lo comentado anteriormente pone en evidencia, constata, que la geotermia es víctima de una doble marginación, por ser renovable, junto al conjunto de las otras tecnologías del régimen especial y por ser estable y gestionable, ha quedado fuera de toda subvención en la nueva normativa(1) para la retribución de las renovables, indudablemente porque es la energía primaria limpia que más daño haría al gas natural.

Queda claro, también, que la única planificación sectorial real que vemos en los sistemas eléctricos insulares es la de Endesa/Enel, en defensa de sus intereses y que es posible porque cuenta con la imprescindible colaboración institucional desde Madrid y lamentablemente, también, desde Canarias.

Puesto que el gas natural en Canarias no va a solucionar los problemas actuales de los sistemas eléctricos insulares y representa la continuidad del sistema convencional fósil, la Px1NMEC proponemos que los esfuerzos y recursos económicos de las infraestructuras gasistas, aún no construidas, se dediquen a la transición hacia el nuevo modelo energético, destinándolas al desarrollo de la geotermia y otras tecnologías renovables, porque ese es el camino a seguir. Más tarde es más caro y lo pagamos los ciudadanos.

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(1) Orden ministerial publicada en el BOE del 20 de junio/2014  Retribución a las energías renovables.

(2) Conferencia de Raúl Delgado del Petratherm España S.L. “Busqueda de partners para proyecto de geotermia en Canarias” organizada por -Piensa en GEOTERMIA- 20 de marzo de 2014.

(3) ”Evaluación del potencial de energía geotermia”, pág. 184. Estudio Técnico del PER 2011-20. IDAE.

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